1.17.2010
Yo tenía reservado medio estómago para tus mariposas, pero cada vez que abro la boca para hablarte se cuelan por lo menos seis, y se están empezando a mezclar con la mierda que me trago todas las mañanas, asique no te enfades si no distingo entre amor y odio, porque todo es culpa tuya y de tus mariposas.
Etiquetas: Cuentos en silencio, Cuentos grises
1 Comment:
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- Palm said...
20 de enero de 2010, 15:00me encantaa:)
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