6.05.2009
Cuando salió de la ducha, se pintó la raya del ojo, se dibujó una sonrisa perfecta y se peinó las ondas de su pelo. Estudia cada palabra, cada gesto. Rellenando los silencios con palabras que no quería decir, imitando a personas que odia porque la odian. Cuando llega a casa, se cambia el impresionante vestido azul por un camisón gris y se lava la cara. Todo es un disfraz, tener la palabra precisa en los labios, la sonrisa que espera ver. Reirse para que quiera desnudarla, decir únicamente lo justo, todo lo que él quiera oir. Porque sin duda alguna, ella pierde la partida, porque para ganarla hay que jugar. Todo es olvidar hasta ser alguien que quiera recordar. Hoy ha tenido suerte, las palabras no se han quedado atrapadas en sus ojos, y se ha limitado a mirar los cordones de sus zapatos. Mañana, un reto nuevo: Enamorarle.
Etiquetas: Cuentos rosas
Sí, yo vivo en esa lucha de pasado/presente/futuro. Mi pasado jamás volverá, mi presente puede dejare bastante atónito y mi futuro, no sé, no lo veo. Debería de manifestar la esperanza que pongo en el pasado imposible en el futuro posible. Todo el mundo lo tiene, no? Aún así, sigo encerrada en el pasado, cosa que por orden de la vida no puede volver. Un beso
Por cierto, ¿puedo saber de dónde has sacado lo de valorar los textos? -Eso que tú has puesto reacciones-.
Muy bueno!